Las hayas que pueblan el bosque de Quinto Real esconden bajo su sombra las ruinas de lo que antaño fue la Real Fábrica de Armas de Eugi, un imponente núcleo de creación de munición de 10.000 m2 que existió durante la segunda mitad del S.XVIII.
Hoy queremos hablarte un poco sobre ella, para que te animes a ir a verla. Todo lo que podamos contarte no igualará el marco que te encontrarás en cuanto llegues. Es una excelente idea de escapada de fin de semana en el norte de Navarra.
¿Dónde se encuentra?
A unos 8 km de Eugi y a 9 de Francia, en pleno bosque de Quinto Real, cerca de la carretera que une Eugi con la frontera francesa, que recibe el mismo nombre que el bosque.
Para llegar a ella podrás hacerlo en coche por carretera (hay unos pocos sitios para aparcar junto a la misma), en bicicleta o paseando junto al Río Arga, que es el que acaba formando el pantano de Eugui y cuyo cauce transcurre paralelo a la carretera nacional NA-138.
Te recomendamos, sin duda, que te decantes por la tercera opción, la de hacer un poco de senderismo a pie; es una forma excelente de disfrutar de la fauna y flora que ofrece este espectacular hayedo.
Un poco de historia sobre la fábrica
Aunque corto, el período de actividad de la Real Fábrica de Armas de Eugi fue muy intenso. Construida en 1.766 en un enclave estratégico, donde abundaban los recursos naturales, centró su actividad en la producción de munición para cañones y armas de hierro.
Entre sus instalaciones más destacadas se encontraban carboneras, hornos de fundición, molderías, talleres de calibrado y salas de limpieza de municiones. Y no solo eso: su importancia fue tal, que llegó a desarrollarse un núcleo de población junto a ella, en el que llegaron a convivir 500 personas.
El poblado, en su mejor momento, llegó a reunir una escuela, centro médico y hasta capilla, además de las dependencias en las que dormían los operarios de la fábrica. Esta, debido a su ubicación, contaba con un acceso bastante limitado. Para resolverlo, se valoró la posibilidad de hacer navegable el río Arga, pero se desestimó por su alto coste.
Se optó por construir un camino terrestre hasta la Fábrica de Armas de Orbaizeta, que también conectaría con Irurita. Desde allí, los cargamentos de munición serían transportados por el Bidasoa mediante gabarras hasta el Cantábrico.
Las condiciones de vida, no obstante, eran duras. No llegaba mucha comida, se encontraba aislada de otras poblaciones más grandes y los operarios industriales ganaban un salario muy bajo. A día de hoy se conservan incluso sanciones económicas a los habitantes del núcleo de población, que veían en la negligencia, en las apuestas ilegales nocturnas y en los usos inapropiados de las instalaciones una vía de escape ante las dificultades del día a día.
El fin de la Real Fábrica de Armas de Eugi
En 1.789 estalló la Revolución Francesa y en 1.794 las tropas revolucionarias desmantelaron la fábrica, poniendo fin a un período de 28 años de actividad.
Así como la Fábrica de Armas de Orbaizeta sí que consiguió volver a funcionar, las ruinas de la de Eugi fueron a más y en 1.843 fue abandonada del todo.
Lo que queda de la fábrica a día de hoy
175 años después, de la fábrica se conservan únicamente un par de muros y unos cuantos arcos sobre el río. La naturaleza ha penetrado en las ruinas y ha dejado las instalaciones en un pésimo estado, que conlleva a su vez un encanto sinigual.
Y es que pasear durante dos minutos siquiera por las antiguas instalaciones te permitirá empaparte de su antigua esencia. Los arcos que se mantienen en pie bajo la sombra de los hayedos del bosque te permitirán hacer una reconstrucción mental de la vida que se llevaba allí a finales del S.XVIII.
Si eres amante de la fotografía y te gusta la naturaleza y el turismo activo y te encuentras por el bosque, la visita a esta fábrica es obligada. Aunque cuente con menos publicidad que la de Orbaizeta, el encanto y la melancolía de este lugar te enamorarán: ¡no olvides coger tu cámara si vienes!
Qué hacer en las ruinas de la fábrica
Si te decides a visitarla, puedes hacerlo de forma guiada poniéndote en contacto con el Centro de Referencia Histórica de Eugi en el correo electrónico centrolondoeugi@gmail.com. Ofrecen visitas guiadas por especialistas por unos 3€ por persona.
Es un tour muy instructivo que te transportará a finales del S.XVIII y te permitirá imaginarte allí mismo, en un núcleo industrial aislado con una actividad muy diferente a nada de lo que conocemos actualmente. No queremos contarte nada más: lo mejor es que vayas allí y lo veas.
Si lo que prefieres es ir por tu cuenta, te recomendamos que busques información sobre la ruta de Gaztelu-Olaberri. Es de unos 3,5 km y se puede hacer en ambos sentidos. Recorrerás las instalaciones y sus inmediaciones y te permitirá hacerte una idea de los menesteres y vida en la fábrica, puesto que el sendero pasa por sus muros y puentes, por la antigua iglesia, por donde vivían los operarios… No se deja nada. Si te gusta el senderismo libre, esta es tu opción.
Un elemento único en el bosque de Quinto Real
La naturaleza se ha mezclado tanto con la industria en este punto que es imposible no considerarlo como patrimonio del bosque. Las hayas cubren de sombras las construcciones que quedan en pie, las cuales se encuentran cubiertas del musgo propio de las zonas tan húmedas.
El bosque de Quinto Real es mágico gracias a lugares como este.
Si quieres conocerlo más a fondo y tienes tiempo de disfrutar de los paisajes, de la berrea de los ciervos o de la bicicleta puedes pasar unos días en nuestro Hotel Rural en Eugui en plena naturaleza.
Por supuesto podrás conocer o volver a encontrarte con la cocina navarra en todo su esplendor, en nuestro restaurante donde preparamos platos tradicionales de la comida de nuestra comunidad.
No dejes de visitar nuestro hotel rural con encanto, que coge el nombre del bosque en el que se encuentra.
¡Te esperamos en Eugi!
Las hayas que pueblan el bosque de Quinto Real esconden bajo su sombra las ruinas de lo que antaño fue la Real Fábrica de Armas de Eugi, un imponente núcleo de creación de munición de 10.000 m2 que existió durante la segunda mitad del S.XVIII.
Hoy queremos hablarte un poco sobre ella, para que te animes a ir a verla. Todo lo que podamos contarte no igualará el marco que te encontrarás en cuanto llegues. Es una excelente idea de escapada de fin de semana en el norte de Navarra.
¿Dónde se encuentra?
A unos 8 km de Eugi y a 9 de Francia, en pleno bosque de Quinto Real, cerca de la carretera que une Eugi con la frontera francesa, que recibe el mismo nombre que el bosque.
Para llegar a ella podrás hacerlo en coche por carretera (hay unos pocos sitios para aparcar junto a la misma), en bicicleta o paseando junto al Río Arga, que es el que acaba formando el pantano de Eugui y cuyo cauce transcurre paralelo a la carretera nacional NA-138.
Te recomendamos, sin duda, que te decantes por la tercera opción, la de hacer un poco de senderismo a pie; es una forma excelente de disfrutar de la fauna y flora que ofrece este espectacular hayedo.
Un poco de historia sobre la fábrica
Aunque corto, el período de actividad de la Real Fábrica de Armas de Eugi fue muy intenso. Construida en 1.766 en un enclave estratégico, donde abundaban los recursos naturales, centró su actividad en la producción de munición para cañones y armas de hierro.
Entre sus instalaciones más destacadas se encontraban carboneras, hornos de fundición, molderías, talleres de calibrado y salas de limpieza de municiones. Y no solo eso: su importancia fue tal, que llegó a desarrollarse un núcleo de población junto a ella, en el que llegaron a convivir 500 personas.
El poblado, en su mejor momento, llegó a reunir una escuela, centro médico y hasta capilla, además de las dependencias en las que dormían los operarios de la fábrica. Esta, debido a su ubicación, contaba con un acceso bastante limitado. Para resolverlo, se valoró la posibilidad de hacer navegable el río Arga, pero se desestimó por su alto coste.
Se optó por construir un camino terrestre hasta la Fábrica de Armas de Orbaizeta, que también conectaría con Irurita. Desde allí, los cargamentos de munición serían transportados por el Bidasoa mediante gabarras hasta el Cantábrico.
Las condiciones de vida, no obstante, eran duras. No llegaba mucha comida, se encontraba aislada de otras poblaciones más grandes y los operarios industriales ganaban un salario muy bajo. A día de hoy se conservan incluso sanciones económicas a los habitantes del núcleo de población, que veían en la negligencia, en las apuestas ilegales nocturnas y en los usos inapropiados de las instalaciones una vía de escape ante las dificultades del día a día.
El fin de la Real Fábrica de Armas de Eugi
En 1.789 estalló la Revolución Francesa y en 1.794 las tropas revolucionarias desmantelaron la fábrica, poniendo fin a un período de 28 años de actividad.
Así como la Fábrica de Armas de Orbaizeta sí que consiguió volver a funcionar, las ruinas de la de Eugi fueron a más y en 1.843 fue abandonada del todo.
Lo que queda de la fábrica a día de hoy
175 años después, de la fábrica se conservan únicamente un par de muros y unos cuantos arcos sobre el río. La naturaleza ha penetrado en las ruinas y ha dejado las instalaciones en un pésimo estado, que conlleva a su vez un encanto sinigual.
Y es que pasear durante dos minutos siquiera por las antiguas instalaciones te permitirá empaparte de su antigua esencia. Los arcos que se mantienen en pie bajo la sombra de los hayedos del bosque te permitirán hacer una reconstrucción mental de la vida que se llevaba allí a finales del S.XVIII.
Si eres amante de la fotografía y te gusta la naturaleza y el turismo activo y te encuentras por el bosque, la visita a esta fábrica es obligada. Aunque cuente con menos publicidad que la de Orbaizeta, el encanto y la melancolía de este lugar te enamorarán: ¡no olvides coger tu cámara si vienes!
Qué hacer en las ruinas de la fábrica
Si te decides a visitarla, puedes hacerlo de forma guiada poniéndote en contacto con el Centro de Referencia Histórica de Eugi en el correo electrónico centrolondoeugi@gmail.com. Ofrecen visitas guiadas por especialistas por unos 3€ por persona.
Es un tour muy instructivo que te transportará a finales del S.XVIII y te permitirá imaginarte allí mismo, en un núcleo industrial aislado con una actividad muy diferente a nada de lo que conocemos actualmente. No queremos contarte nada más: lo mejor es que vayas allí y lo veas.
Si lo que prefieres es ir por tu cuenta, te recomendamos que busques información sobre la ruta de Gaztelu-Olaberri. Es de unos 3,5 km y se puede hacer en ambos sentidos. Recorrerás las instalaciones y sus inmediaciones y te permitirá hacerte una idea de los menesteres y vida en la fábrica, puesto que el sendero pasa por sus muros y puentes, por la antigua iglesia, por donde vivían los operarios… No se deja nada. Si te gusta el senderismo libre, esta es tu opción.
Un elemento único en el bosque de Quinto Real
La naturaleza se ha mezclado tanto con la industria en este punto que es imposible no considerarlo como patrimonio del bosque. Las hayas cubren de sombras las construcciones que quedan en pie, las cuales se encuentran cubiertas del musgo propio de las zonas tan húmedas.
El bosque de Quinto Real es mágico gracias a lugares como este.
Si quieres conocerlo más a fondo y tienes tiempo de disfrutar de los paisajes, de la berrea de los ciervos o de la bicicleta puedes pasar unos días en nuestro Hotel Rural en Eugui en plena naturaleza.
Por supuesto podrás conocer o volver a encontrarte con la cocina navarra en todo su esplendor, en nuestro restaurante donde preparamos platos tradicionales de la comida de nuestra comunidad.
No dejes de visitar nuestro hotel rural con encanto, que coge el nombre del bosque en el que se encuentra.
¡Te esperamos en Eugi!